Mentes inquietas sobre todo cuando el sol no sale, ya es tarde, medianoche para ser más exacto... un solo destino alcanzaron a dirimir, el refugiarse de los arpones mañaneros que hacián percha sus ojos ciegos. Y sino hay amor porque se deben respeto, solo hay malos pensamientos en el pequeño cuarto, solo hay un abismo de vanidades entre ambos solo hay un sinfín de respuestas que nunca responderán, solo hay más mierda que en la misma mierda, que los tapa y ellos ni cuenta se dan.
Esa misma mierda en la que nos revolcamos cuando creemos ser colosos omnipotentes en busca de la verdad verdadera y en el fondo no hay nada mas que el egoísmo puro de creerse único e infalible, mágico y racional al mismo tiempo.
-¡YO la tengo! grita uno de los necios y apura el paso para enfrentar nuevamente el destino, incierto no cabe duda pero él no lo vea así, no lo ve.
Del otro lado del pequeño cuarto…
-¡NO! El que la tiene soy yo, la mía es mas grande…
Cuanta necedad en ambos, nadie la tiene ni la tendrá, ¿por qué? Por la única verdad es la realidad, y la realidad dice que ambos no la tienen.
Otra vez y otra vez más la realidad, vieja mentirosa, ríe y vuelve a echar las cartas otra mano viene brava, uno dice:
-¡Anda tirando el machete que ya no sirve de nada!
Claro ninguno de los dos esta en posición de hacerse el boludo y proclamarse rey de esta encrucijada.
NO hay rey sino hay vasallos, pero si nisiquiera hay un mundo en ese pequeño cuarto, no hay más que un solo destino que cierto y real, el que ninguno la tendrá…
martes, noviembre 21, 2006
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