Parte II - Despojo Otoñal

Lo bueno y lo malo pueden convivir, pasión de amor que no dejo solitaria, es mi perfecto cuadro del fin del mundo, ver como las hojas se dejan acariciar por el viento, así deseo ser amado. Comprendo que todo es asi de loco y me apasiona, como me apasiona de ella el no saberla predecible, indomable como de repente la hoja, que cambia de rumbo muy a pesar del viento. Algida se precipita sobre el suelo, ignoro por momentos su origen y padezco su destino, como parte de ese efimero trayecto, y la imagino como un destino escrito.

De mas ocres se tiñen mis pasos, de un despojo otoñal, con desespero de una esquiva vida de la cual intento inremediablemnte seguir aprendiendo y si fueras arbol viento querria ser. Inconformable poseía que graciosa se deja escribir, no por obligación sino por el destino en si, mientras la silueta de una última gota de lluvia sobre la ventana me sorprende dibujando su rostro.

El tiempo transcurre veloz, sincronismo alocado y observo verborragico a la gente, es extraña para mi y sofocado por la anciedad de descubrirla entre miles, solo la distingo en mis sueños. Silvando bajito descuidando mi deber y mi misión este baiben aclara libertades. Fotograficamente una certera compasión camina estos caminos de verdades inventadas y de sus tribulaciones encontradas como emblema, mientras una coraza infalible se nutre de mi propia razón.

Se desvanecen con su presencia, armonizando mi existencia de manera perfecta, los miedo que a cuesta llevo, reinventan mi vida, cada una de sus acciones, los miedos indefensos ella los hace huir sin rumbo fijo, mi destino se vuelve exacto.

Rótulo de perfecciones ambiguas que padezco, sombria sensación del todo poderozo al que yo mismo le saco provecho, juega dados con el ultimo latido de mi ser, de saberse omnipotente el destino se aprovechó traicionando a mis propios defectos, parafraseando mi única defensa, de un modo simple haciendo de mi queja una bandera autentica.

Alguna vez no sentiste que el vaso de agua en el que te ahogas es demasiado grande, para darte ánimo tu propio orgullo asi lo resuelve, será que quizas prefiere la musica de saberse invatible, claro amén de que cada uno pueda dilusidar de como esta compuesta su propia vida, miserables nos sentimos cuando nos derrota la anciedad. Pensamientos pesimista si los hay.

Cuanto razonamiento magnanime se debate en cada uno de nosotros sin mediador que ponga limites a lo inlogico de psiconalizarnos. Recetas de vegetales humanos que anotaron todo luego de escarbar en lo mas profundo de nuestro cocos, si senor usted es uno mas, yo soy uno mas, todos somos parte de este plano derrotista de la necesidad de comunicar nuestro pesar, yo acuso ser el ombligo de este obeso mundo y por ello cuido hasta el ultimo de los detalles, de mi sordida membresia de pertenecer.

Aunque en realidad ya me siento un cayo minusculos que refunfunea ambisionando todo de este universo global, me siento acobardado por estos pensamientos que de golpe afloran cuando mi YO tasito no deja el mundo real y se apodera de mi, me vuelvo a preguntar que gracia tiene sentirse mas pequeño que el vaso en el que me ahogare, cuando la realidad es mas cruda que nunca: si no me muevo en un camizake barato lleno de ambiguedades escondiendo mugre debajo de la alfombra me convetire.

En realidad me levante así por eso escribo con cierto dejo de odio interno con el cual necesito lidear cotideanamente, zapping de comunicadores baratos que te venden sus miserables complejos por tv y vos te aferras a vivir el rol protagonico de algun unitario, un sacudon, un mordizco a tu intelecto que haga reavivar las llamas de “el estoy vivo, enserio yo aca, observenme” si aca, raramente se obtienen los resultados esperados, peor en definitiva somos asi.

Un estado de máxima violencia me invade y pone en riezgo el que quiera seguir abrumandote pero haciendo bandera de una causa justa, la mia propia decido indagar mas profundo en mi interior y descubro que no cave mas que otra posibilidad la de seguir siendo el ombligo de este mundo, el mio propio. Para que seguir buscando miserias ajenas si aún no dandome por vencido ni aun vencido la intriga se sucita clara como el agua, estoy mas tranquilo buscando amparo en que mi otro yo se sienta mas edonista que nunca.