Despierta la ciudad
gritando su dolor, tu dolor.
Veredas fugacez,
quebrantadas maltrechas.
Boulevares que descartan soledades...
Paredes que subyugan verdades...
Y vos andas...
Y vos andas...
Laberintos que mendigan amor,
imsomnio de tus calles desiertas.
Refugio intrinseco de mis miserias,
pidiendo a gritos que mienta.
Esquinas que zollozan su egoismo...
Mitos testigos de arravales violentos...
Y vos andas...
Y vos andas...
Cada historia mi refugio, tu refugio.
Cada sonido mi ruido, tu ruido.
Cada rastro se juega y eclipsa,
este pequeño mundo en el que vivo.
Andrés Rodríguez
viernes, septiembre 08, 2006
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